He sido adoptada

Estos últimos 5 días, Crema y yo no nos hemos separado. Es la primera vez que pasamos tanto tiempo juntas, y la verdad es que no sé cómo me aguanta, porque yo le muerdo las orejas, el morro, me subo encima de ella... Y ella como mucho me enseña los dientes y me gruñe mientras juega conmigo, pero nada más.

A la pobre la tengo agotada perdida, tiene una paciencia de santa. Me ha adoptado y yo la imito en todo.

Compartimos el pienso sin problemas, incluso ella me da un poco de ventaja, aunque cuando hay paté de comer no damos tregua ninguna de las dos, pero no hay ni peleas ni gruñidos.

Ella, por su parte, me enseña un montón cosas, y ha hecho que tenga más seguridad en mí misma me envalentone con el resto de perros del parque. Ya no soy tan sumisa como antes, que directamente me tumbaba cuando veía a otro perro con el que quería jugar, ahora solo agacho las orejitas y bajo la cola.

Una perrita que hace ejercicio...

... es una perrita que llega cansada a casa y se echa a dormir...

Una perrita dormilona es una perrita que no hace trastadas. Y una perrita que no hace trastadas es una perrita con unos amos contentos.

Jugando con los patos

Mamá me ha llevado a pasear por el Parc Catalunya. ¡Es un parque enorme donde corretear y con un montón de cosas nuevas que descubrir! Como, por ejemplo, el agua y los patos.

Ya conocía las palomas del parque, pero hasta ahora nunca había visto patos y me llamaron mucho la atención. Hasta que los ví más de cerca y ya no me hicieron tanta gracia. ¡Una manada de patos! Yo paso de acercarme por si acaso, mejor me los miro de lejos...

Durmiendo en la habitación de los mayores

Yo prefiero dormir en la habitación de los mayores, pero por la noche no me dejan: me encierran en la cocina y no me dejan salir hasta por la mañana. Yo me porto bien y ya no ladro ni protesto por las noches, pero si puedo elegir, prefiero no dormir sola.

Papá me saca muy temprano de paseo mientras mamá aún sigue durmiendo, y si cuando se va a trabajar se deja la puerta de la habitación abierta, me cuelo dentro y me quedo a dormir allí hasta que se despierta mamá.

A veces se enfada conmigo si me pilla, no entiendo por qué.

Los fines de semana, cuando mamá está cansada y se acuesta a dormir la siesta, también aprovecho y me cuelo en su habitación para dormir allí un rato. Me acurruco en el lado de papá, junto a la mesilla, y aquí no me echa la bronca.

Ahora sí que me la he ganado...

Esas zapatillas que aparecen por la puerta... son las de papá. Y no parece que venga con ganas de jugar. Oh, oh... Ahora sí que me la he ganado...

Vayamos por partes...

Ya sé cerrar las puertas.

Lo que todavía no sé es abrirlas, y me quedo encerrada :(

Quiero ser conocida en toda internet

Dice mi mamá que va a proponer a Mozilla que yo sea la nueva imagen de Firefox.

Yo molo mucho más, y el zorrillo ese está ya muy sobado.

Fin de la huelga de hambre

Mis protestas y negarme a comer no ha servido de nada. No me ha quedado más remedio, he tenido que cenar pienso otra vez.

En huelga de hambre

Mamá ya no quiere darme de comer esas cosas tan ricas que cocina ella y me ha vuelto a dar pienso. No sé por qué, si no he hecho nada malo. Yo no quiero comer esto, seguro que luego me da de comer carne otra vez. Todo el mundo dice que los cachorros de beagle somos cabezotas, ¡pues mamá se va a enterar de lo cabezota que puedo ser!

Quiero mi cena!!

Mamá lleva un par de días que ya no me da de comer pienso sino que me prepara cosas muy ricas que cocina ella misma: salchichas de pollo, hamburguesas de cerdo... Pero hoy ha llegado muy tarde, hemos salido a pasear y aún no he cenado. Estoy ya impaciente, ¡quiero mi cena! ¿Qué hay hoy? ¿Ternera picada? Huele tan bieeeennnnn!!!